En un artículo anterior, glosando jocosamente las andanzas del Tito Berni y sus compinches, incluíamos una cita de Churchill que presenta la corrupción como el “lubricante benéfico” de la democracia. Desde luego, la democracia entendida como forma de gobierno no tiene por qué ser más o menos corrupta que...
Parece mentira que todavía haya ceporros que lo discutan. El aborto es constitucional por la sencilla razón –explicada por Peces-Barba mientras se discutía en el Congreso el artículo 15 de la Constitución– de que sus preceptos están redactados de...
Bautizado en la localidad vizcaína de Baracaldo como Juan Manuel de Prada Blanco,1 pasó su infancia y juventud en Zamora,
la tierra de origen de sus padres, donde estos volvieron cuando el futuro escritor era muy niño.
Sus padres son Pedro de Prada Casas (Arquillinos, 20 de agosto de 1946)4 y María del Tránsito Blanco Casado.
A los dieciséis años escribe su primer relato, El diablo de los destellos de nácar.
En ese periodo completó la traducción de algunas novelas de estética pulp.
Estudió Derecho en la Universidad de Salamanca pero nunca ha ejercido como abogado.
El día 23 de febrero de 2022 defendió su tesis doctoral titulada El derecho a soñar:
vida y obra de Ana María Martínez Sagi en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid.
La tesis que obtuvo un sobresaliente, estuvo dirigida por Gonzalo Santonja y Jaime Olmedo.