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Enero 2021

Nº 22

MISAS DEL MES:

Viernes día 1: en Bedriñana a las 11; en Careñes a las 12; en Castiello a la una y en Arroes a las 5.

Sábado 2: en Argüero a la una; en Oles a las 4; en Tazones a las 5 y en San Martín del Mar, a las 6, por Manuel, Aida y Mercedes Alonso.

Domingo 3: en San Justo a las 10; en Bedriñana a las 11; en Careñes a las 12; en Castiello a la una y en San Miguel de Arroes, a las 5, por Mª Antonia y Manuel.

Miércoles 6: en Bedriñana, a las 11, por J. Luis Fdez García y por Teodoro Pérez y Cristina García; en Careñes a las 12; en Castiello a la una; en Argüero, a la una, por José y Olvido; y en Arroes a las 5.

Sábado 9: en Argüero, a la una, por Sara Costales y sus padres; en la capilla de Santiago a las 4; en Tazones a las 5 y en San Martín del Mar, a las 6, por Elena Vigil.

Domingo 10: en La Lloraza, a las 10, por Rogelio Menéndez y sus padres; en Bedriñana a las 11; en Villaverde, a las 12, por Lola Piñera; en Castiello a la una y en Arroes a las 5.

Sábado 16: en Argüero a la una; en Oles, a las 4, por Raquel Tuero; en Tazones a las 5 y en San Martín del Mar, a las 6, por Elvira Estrada y Agustín Llera.

Domingo 17: en Bedriñana a las 11; en Careñes a las 12; en Castiello a la una y en San Miguel, a las 5, por Pacita, Gelu e Ismael.

Sábado 23: en Argüero a la una; en la capilla de Santiago a las 4; en Tazones a las 5 y en San Martín del Mar a las 6

Domingo 24: en Bedriñana a las 11; en Villaverde, a las 12, por Lola Piñera; en Castiello a la una y en Arroes, a las 5, por Olegario Fernández

Viernes 29: en Tuero a las 5

Sábado 30: en Sariego a las 12; en Argüero a la una; en la capilla de Santiago a las 4; en Tazones a las 5 y en San Martín del Mar a las 6

Domingo 31: en Oles (antigua iglesia), a las 10, por Araceli y Tilo; en Bedriñana a las 11; en Villaverde a las 12; en Castiello a la una y en San Miguel a las 5


OTROS AVISOS:

-A lo largo del 2020 han sido registradas en los libros correspondientes las siguientes partidas de bautismo: en Arroes: Hugo González Jiménez, Dani González Jiménez, Joseph Sánchez Valera y Adrián Rodríguez Alvarez. En Castiello Henara Ordieres Díaz. En San Justo: Luis Suárez Constanso y Alma Babiciu Fernández. En San Martín del Mar: Elhora Cerdá López y Lola Leapman Boto. Lo insólito es que por primera vez en siglos, supongo, sólo hubo un matrimonio canónico en estas parroquias: el de Víctor Mariano González Morán con Patricia Molina Arias, celebrado en Tazones. (Os ruego me comuniquéis posibles errores u omisiones)

- A mediados de diciembre hubo reunión del Consejo Parroquial de Arroes y en la misma acordamos, entre otras cosas, solucionar algunos problemas que se observan en el cementerio y deshacernos de uno de los armarios de la sacristía, muy apolillado, sustituyéndolo por otro.

 
OPINION:                                               

Oscuras navidades

-Muchos que se consideran ateos o agnósticos han sustituido la fe religiosa por lo que se podría llamar “idolatría cientificista”: consideran que la ciencia lo soluciona y lo domina todo.
Alguien dijo que “cuando el cielo se vacía de Dios, la tierra se llena de ídolos”.
Los más idolatran el dinero, hay quien idolatra a los hijos, hay quien idolatra a la parienta o al pariente y la ciencia puede ser un ídolo más.
Lo malo es que la tozuda historia nos viene enseñando que, tras cada problema resuelto por la ciencia, aparecen dos o tres problemas más difíciles de resolver.
Ahora los científicos están volcados con las vacunas contra el coronavirus, que empiezan a proliferar como hongos, lo que dispara las cotizaciones bursátiles de las multinacionales farmacéuticas.
A los españoles parece que nos va a tocar la vacuna de la empresa Pfizer, que, por cierto, tiene antecedentes más que oscuros: multas millonarias por sobornar a farmacéuticos y a médicos, sanciones por publicidad engañosa, prácticas ilícitas en la comercialización de fármacos…En fin, que tendremos que ponernos las vacunas, por aquello del quinto mandamiento, pero en principio a un servidor no le apetece gran cosa.
Habrá que taparse la nariz, darles un voto de confianza y esperar a que las vacunas resulten eficaces y produzcan los menores efectos secundarios posibles.

-Que la Medicina no es ciencia exacta se pone de manifiesto también en el debate sobre la eutanasia, de triste actualidad.
Por si no estuvieran poco oscurecidas estas fiestas navideñas por la malhadada pandemia, la panda de falsos progres que nos gobierna se ha empeñado en oscurecerlas más, con la aprobación de la ley de la eutanasia.
Es verdad que hay mucha gente de casi todas las ideologías a favor de la eutanasia, pero el dato estadístico no debe ser decisivo en asunto tan delicado.
Los obispos nos han recordado la inmoralidad de tal práctica y por eso hubo un encontronazo dialéctico entre la socialista asturiana Mª Luisa Carcedo y nuestro Arzobispo, don Jesús.
Sin ser un enamorado del estilo literario de monseñor Sanz, ni que decir tiene que en este caso suscribo de mejor gana sus tesis que las de doña Mª Luisa, sin dejar de admitir que en cuestiones de Medicina seguro que entiende más la doctora Carcedo.
Pero, claro, como en el vasto mundo de la Medicina hay más lagunas que en Finlandia, sucede que entre los propios doctores en Medicina, en este tema como en otros, hay discrepancias sustanciales.
Y de esas discrepancias se deduce que no está claro dónde está la frontera entre los llamados cuidados paliativos, moralmente admisibles, y la inadmisible eutanasia.
Por lo que veo y oigo, me da la impresión de que ya se vienen practicando eutanasias, más o menos encubiertas, desde hace muchos años.
Y, como las razones teóricas ya las expusieron los obispos y en esta hoja hay poco espacio para repetirlas con detalle, servidor argumenta con un caso protagonizado recientemente por un amigo, más joven que yo, por cierto.
El hombre tenía exceso de peso, problemas coronarios y el tercer infarto parecía que iba a ser el definitivo.
Los médicos acabaron considerándolo un caso irreversible y consultaron a la familia sobre la posibilidad de “desconectarlo”, que se suele decir en estos casos, en los que se les deja de facilitar a los enfermos el tratamiento que los mantiene vivos.
Al plantearles la cosa así, los familiares estaban de acuerdo con la desconexión, salvo una hermana, que propuso esperar unos días.
Se respetó su opinión y el enfermo está hoy vivito, coleando e incluso haciendo algunas tareas.
Con alguna limitación, pero está. Y este argumento ya me parece suficiente para condenar la nueva Ley, porque supongo que se producirán en España casos semejantes todas las semanas, por no decir todos los días.  

-Lo de dar algún tipo limosna en estas fechas es costumbre muy española.
Y no será el cura quien diga que sea mala costumbre.
Si acaso el cura debe recordar que necesitados los hay todo el año y, por tanto, la caridad bien entendida debe practicarse con más frecuencia. Por eso aprovecho la coyuntura para decir que los cristianos podemos, por ejemplo, hacernos socios de Caritas, aportando mensualmente los euros que consideremos oportunos.
A lo que iba: el Congreso de los Diputados se ha sumado a la costumbre de dar limosna por Navidad y abrirá sus puertas en Nochebuena para repartir alimentos entre necesitados.
La señora Presidenta de la Cámara, doña Meritxell, buscará voluntarios entre los diputados para tal menester y seguro que encuentra unos cuantos, porque habrá fotos.
Parece un buen gesto de caridad, pero no deja de ser una absurda jugada para la galería, por cuatro razones.
  • En primer lugar porque la misión del Congreso no es repartir limosnas entre los pobres, sino evitar que haya pobres.
  • En segundo lugar porque, si mantuvieron cerrado el Congreso, o abierto sólo a medias, más tiempo del debido, con la disculpita de la pandemia, no deja de ser absurdo que lo abran para desempeñar una tarea que no es la suya.
  • En tercer lugar, porque con ese “cumplo y miento” sólo podrán atender a los pobres que deambulen en el entorno de la Carrera de San Jerónimo, incurriendo en agravio comparativo con los pobres del resto de Madrid y de España.
  • En cuarto lugar, porque lo hacen con el dinero de todos en un año en el que ellos cobraron más que nunca, trabajando menos que nunca.
Si lo pagasen de su bolsillo, la hipocresía sería venial y tendría un pase; haciéndolo con tu dinero, pierden todo el mérito.
Esta supuesta izquierda, cuyos antepasados criticaron aquel lema franquista del “siente un pobre a su mesa”, cae en el mismo defecto sesenta años después.
Y para completar el esperpento hay por el medio un cura, el asturiano Angel García, que vuelve a ejercer de tonto útil para salir en la misma foto que Meritxell y sus diputados. ¡Vaya banda!

J. Manuel Fueyo Méndez