MISAS DEL MES:

Domingo día 1: en Bedriñana, a las 11; en Villaverde a las 12; en Castiello a la una; en San Justo a las 4; en San Martín del Mar y en Sariego a las 5 y media (todas ellas por los difuntos de la parroquia).

Lunes 2: en Tazones y en Tuero a las 11; en Careñes y en La Lloraza a las 12; en Argüero a la una; en Oles a las 4 y en Arroes a las 5 y media (todas ellas por los difuntos de la parroquia).

(Por orden del Obispado y del Gobierno regional se suspenden las liturgias estos dos días en los cementerios. Que cada cual acuda a ellos cuando considere, evitando aglomeraciones de más de 25 personas. En el momento de redactar esta hoja para las misas se permite la mitad del aforo de la iglesia, pero siempre cabe la posibilidad de que antes de Difuntos pueda cambiar la cosa para más o para menos)

Sábado 7: en Argüero, a la una, por Tino Carrera; en Oles a las 4; en Tazones a las 5 y en San Martín del Mar, a las 6, por Víctor y Josefina.

Domingo 8: en La Lloraza a las 10; en Bedriñana, a las 11, por J. Luis Fdez García y padres; en Villaverde, a las 12, por Lola Piñera y por difuntos familia Ordóñez Alonso; en Castiello a la una y en San Miguel de Arroes, a las 5, por difuntos familia Alvarez Molleda.

Sábado 14: en Argüero, a la una, aniversario de Angel Palacio; en la capilla de Santiago a las 4 y en Tazones a las 5.

Domingo 15: en Bedriñana, a las 11, por Faustino y Marina García; en Careñes a las 12, aniversario de Palmira Palacio; en Castiello a la una; en San Martín del Mar, también a la una, fiesta del patrono y en Arroes, a las 5, por Rufino González.

Sábado 21: en Argüero a la una; en Oles a las 4; en Tazones a las 5 y en San Martín del Mar, a las 6, por Pilar Romón.

Domingo 22: en Bedriñana, a las 11, por Mariano Sariego y Luisa Martínez; en Villaverde, a las 12, por Lola Piñera y por difuntos familia Ordóñez Alonso; en Castiello a la una y en San Miguel de Arroes a las 5.

Viernes 27: en Tuero a las 5

Sábado 28: en Sariego a las 12; en Argüero a la una; en la capilla de Santiago a las 4; en Tazones a las 5 y en S. Martín, a las 6, por Aurelia Gancedo, Ezequiel Tuero y familiares.

Domingo 29: en Oles (antigua iglesia) a las 10; en Bedriñana, a las 11, ofrecida a San Andrés y por Argentina y Federico; en Villaverde, a las 12, por Lola Piñera; en Castiello a la una; en Oles, a las 4, aniversario de Amparo Fernández y por su esposo Manolo y su yerno Lise; en Arroes a las 5.

OTROS AVISOS:

-En la reciente colecta del Domund se recaudaron las siguientes cantidades: Argüero 43,54 euros; Arroes 69,32; Bedriñana 100,50; Careñes 85; Castiello 73,30; Oles 130,43 y San Martín del Mar 103,18.

-La semana pasada hubo reunión del Consejo Parroquial de Bedriñana y en la misma se acordó, entre otras cosas, pedir presupuestos para pintar el interior de la iglesia, retocar la puerta frontal para evitar que entre el agua de la lluvia y preguntar en la Consejería de Cultura si se permite la colocación de canalones para preservar la pintura de las paredes exteriores.

-Obran en mi poder más de cuarenta títulos de nichos que me solicitasteis algunos recientemente y que podéis recoger cuando queráis.

OPINION:  

Dimes y diretes

Dentro del drama que supone la maldita pandemia, a veces se ríe uno sin querer por los dimes y diretes de nuestros mandamases, que rectifican hoy sin rubor lo que afirmaron ayer con suficiencia injustificada.
En julio el Presidente Sánchez daba ya por derrotado al virus y nos invitaba a salir a la calle a disfrutar de la “nueva normalidad”.
Tres meses después la nueva normalidad resultó ser nueva alarma.
En nuestra Asturias del alma las cosas también empeoraron: el 8 de septiembre, minutos después de incensar la imagen de la Santina, nuestro arzobispo incensaba verbalmente a Barbón y a su Gobierno por la gestión de la pandemia, pero parece que cantaba victoria antes de tiempo, porque ya estamos peor que en marzo.
Risa y pena da también que, con la que está cayendo, algunos prelados discutan sobre si resulta más pertinente dar la comunión en la boca o en la mano. Pues en tal pose han sido pillados hace días los obispos extremeños.
¿No habrá temas más importantes de los que hablar?
Ahora precisamente que la pandemia lo tapa casi todo es un momento pintiparado para que los obispos nos recuerden los temas importantes de ayer, de hoy y, a lo peor, de siempre: la desigualdad Norte-Sur, la hambruna que no tiene fin, las guerras que no cesan, el problema sirio, que sigue estando ahí…
Y, si prefieren temas nacionales, que no dejen de recordar el excesivo número de políticos y asesores que hay en España, el exagerado número de empleados públicos en general, el desempleo galopante, los “derechos de pernada” de la banca, los “enchufes” de que disfrutan las eléctricas, la engañifa del Ingreso Mínimo Vital, que se quedó en nada con sifón…
Pues que si quieres arroz…
Ellos debatiendo si es preferible comulgar en la boca o en la mano.
¡Vaya, vaya!
Hablando de obispos, como sucede todos los años, se están produciendo algunos nombramientos de prelados para diócesis que se quedaron vacantes por jubilación o fallecimiento del titular.
Algunos periodistas que parecen entender del asunto afirman que hasta su jubilación era monseñor Rouco, el cardenal gallego de Madrid, el que pinchaba y cortaba en los nombramientos de obispos para España y ahora dicen que es el aragonés Omella, el cardenal de Barcelona, el que ha heredado ese peculiar “privilegio”.
Y algunos comentaristas están muy contentos con ese cambio.
Pues un servidor no tanto, porque, aunque me caiga mejor Omella que Rouco, tan peligroso puede ser el dedo de uno como el del otro. La designación de un obispo no debe depender del gusto de una sola persona o de unos pocos.
Mientras no se consulte ampliamente a la base de la diócesis, a un porcentaje importante tanto de consagrados como de laicos, seguiremos sufriendo obispos más o menos mediocres, que se perderán más veces de las debidas en debates bizantinos, como el de la comunión en la mano o en la boca.
Otra discusión no menos bizantina se ha montado con unas declaraciones del Papa sobre las uniones homosexuales, como si Francisco fuese a cambiar ahora la doctrina sobre el matrimonio monógamo.
¡Qué majadería! Invirtió el hombre seguramente un montón de horas en escribir su última encíclica, “Fratelli tutti”, y pocos católicos la leerán, aunque muchos la comentarán sin leerla.
Invirtió unos segundos en contestar a una pregunta sobre las uniones homosexuales y medio mundo está comentando, y algunos manipulando, sus opiniones.
Ni que decir tiene que el Papa defiende y propone la doctrina de la Iglesia, como no podía ser de otra manera, pero sabe que vive en el siglo XXI, sabe que más de cinco mil millones de personas en el mundo no son cristianas, sabe que hay más de 200 países…y acepta –y qué remedio le queda- que algunos gobiernos regulen la situación de los homosexuales y legalicen sus uniones.
¡Qué pena que algunos que presumen de muy católicos, e incluso algún cardenal que otro, aprovechen cualquier minima oportunidad para darle caña al Papa!
Hasta la reciente visita de Pedro Sánchez le generó a Francisco ácidas críticas desde España.
Gajes del oficio, pero el Papa no tiene por qué negarse a recibir a un Presidente, por muy ateo que éste diga ser.
Eso sí, a ver si para la próxima se ponen la mascarilla, porque las fotos publicadas les dejaron a todos ellos en evidencia.
El mejor sermón es el de fray Ejemplo.
En fin, por decir algo de los recientes asesinatos en Francia, causados por islamistas radicales, me llamó la atención que apareciese el presidente del país, monsieur Macron, en plan gallito ante los medios, echando mano de la tradicional bravata “no pasarán”.
Ja, ja, ja…
¿Cómo que no pasarán?
Llevan ya muchos años pasando, cada día llegan a Europa docenas de ellos y todo apunta a que a corto-medio plazo van a seguir llegando.
Ni que decir tiene que no todos los que llegan son radicales, pero esta cultura europea de abortos, eutanasias y demás desprecios a la vida, considerados como derechos, constituye un caldo de cultivo excelente para que surjan tarados, islamistas o de cualquier ideología, que se crean también con derecho a quitarle la vida a quien cuestione sus dogmas o sus neuras.
Y esto no ha hecho nada más que empezar.
Los ideólogos fundadores de la Unión Europea se empeñaron en asentarla solamente sobre los intereses económicos, cimiento poco sólido, y las consecuencias de ese fallo se están pagando ya y las pagarán más aún las futuras generaciones.
Unos comen el agraz, otros sufren la dentera.